William Morris, En Memorium |
¿Qué hay de la Esperanza? Mi esperanza por la artesanía no es más que una manifestación personal de una mayor esperanza para la humanidad. La artesanía es un esfuerzo tan intrínsecamente
humanista que se podría considerar como una medida preeminente, un barómetro, por asi decirlo, de la cultura humana. Sin embargo, las lecturas
del barómetro metafórico del oficio son muy bajas, y así el
pronóstico inmediato para la humanidad...
tormentoso.
La noción misma de
"esperanza" indica que el camino a seguir no está asegurado. Así que, al esperanzador, le
acompaña el temor y la inquietud. Un miedo a la
pérdida no recompensado fácilmente,
una tormenta que se esconde en sus nubes oscuras: la guerra, la pestilencia con
la muerte siguiendo de cerca. Un día en
que el cincel se calla contra la piedra, o que los fuegos de la fragua se han enfriado
y el trabajo del hombre no es más que un recuerdo olvidado.
Entonces, ¿qué le queda al esperanzado para que le
haga frente al miedo? Lo que hombres y mujeres de nobleza y propósito siempre han hecho. Luchar... con cada uno según sus dones. Hace más de un siglo, un ser humano
sensible y reflexivo, un artesano muy talentoso, tomaría esta lucha con cada onza de su ser. Afortunadamente, la poesía y la prosa de uno de los fundadores del movimiento de las Arts and Crafts, William Morris * todavía sobrevive hoy. Voy a compartir brevemente y ampliaré algunos de sus escritos en este post.
La Belleza de la Vida
PROPTER VITAM VIVENDI
PERDERE CAUSAS – Juvenal
“Piensa que el mayor pecado es preferir la vida al honor, y
por la vida perder aquello por lo que vale la pena vivir.”
Había una vez cuando la tierra era preciosa, tan viva. En algún momento del pasado no muy lejano, el hombre llegó a la escena. Bajo su influencia, la naturaleza salvaje fue
domesticada y pacificada hasta cierto punto; a su vez, se podría argumentar que la tierra se volvió aún más bella y más viva durante un tiempo. Pero no más.
El hombre que se ha multiplicado y extendido a todos los rincones, aumenta su poder
destructivo mientras que la tierra se vuelve más
fea y con menos vida cada día. Cuanto más se emplea la industria y la tecnología,
la destrucción es más rápida y difícil de remediar. ¿Este estado nos hace felices? No lo creo, aunque muchos de nosotros
estamos sumidos en la complacencia, la aceptación o
la distracción.
Morris identificó este conflicto inherente de una creciente sociedad de consumo que fue
possible gracias al auge de la industria, en contra de la naturaleza, expresándose así: "El último peligro con el que la civilización
está amenazada, es un peligro de su propia
cría: Que los
hombres están
en apuros por el logro completo de todos los lujos de la vida, y para ello la
parte más fuerte de su raza
debe privar a toda su raza de toda la belleza de la vida: es
un peligro que la parte fuerte y sabia de la humanidad, al esforzarse por
alcanzar una maestría completa sobre la
naturaleza, debe destruir su forma más
simple y sus muchos regalos”.
Los últimos siglos han sido testigos de esta creciente desconexión exponencial del hombre con su entorno natural y los efectos
devastadores para la ecología. Por supuesto, esta es una
trayectoria suicida, ya que nosotros mismos somos naturaleza, al final nos
estamos rechazando a nosotros mismos. Como artesano, Morris veía la naturaleza como el único
estándar de belleza, intrínseco a nuestra humanidad con el atractivo universal de desviarnos de
este loco camino: "Aquí está la raíz de todo el asunto, todo hecho por las
manos del hombre tiene una forma que debe ser hermosa o fea; hermosa
si está de acuerdo con la
Naturaleza, y la ayuda; fea si es discordante con la Naturaleza, y la impide...
Ahora, como artesanos el único
modo en el que que podemos diseñar para poder lograr convencer
a la gente a entenderlo es es seguir prestando atención a la Naturaleza; ¿a qué otra cosa nos podríamos referir para que toda
la gente lo pueda entender?"
Un verdadero artista abraza la naturaleza y a la
vida con todos sus problemas, luchas y dolores. A diferencia de esta cultura de
mecanización y muerte, aunque esta última sea aceptada como fácil
y pacífica.
El Arte de la Gente
Existe una ilusión persistente de que la industria y la tecnología han liberado a la humanidad. Los historiadores parecen registrar
solamente la guerra, la pestilencia y el sufrimiento como si en el pasado solo
existiera el miedo y el terror sin tregua, ni una pizca de alegría en la vida. ¿Debemos creer solo en la historia
escrita y descartar la realidad encarnada en la arquitectura y los objetos artesanales
de la vida cotidiana?
"Hubo una vez
cuando los hombres se sometieron bajo la fuerzas de las tiranías, en medio de la violencia y el miedo. Hoy en día nos preguntamos cómo sobrevivían las veinticuatro horas del día, entonces
recordamos que, como ahora, su trabajo diario era la parte
principal de sus vidas, y que ese
trabajo diario fue endulzado por la creación
diaria de Arte; y entonces¿nosotros
que estamos liberados de esos males que ellos soportaron, viviremos días más tristes que ellos, ... elegiremos sentarnos
y trabajar entre tanta fealdad?
Abadía de Westminster |
Eran tiempos difíciles,
para lograr una vida duradera entre matanzas y alborotos, aunque las historia
se lee casi como si fuera así; pero
todos los días
el martillo crujía
en el yunque, y el cincel jugaba alrededor de la viga de roble, y siempre con
belleza e invención
y, por lo consiguiente, con algo de felicidad humana. Cuando
los hombres dicen que los papas, los reyes y los emperadores construyeron tales
y tales edificios, es una mera forma de hablar. Miras en tus libros de historia
para ver quién construyó la
Abadía de Westminster, quién construyó Santa Sofía en Constantinopla, y te cuentan sobre Enrique III, el emperador de
Justiniano. ¿ Lo construyeron ellos? O, mejor dicho,
hombres como tú y yo, artesanos, que
no han dejado ningún
nombre detrás
de ellos, ¿nada
más que su trabajo?
La
historia ha recordado a los reyes y a los guerreros, porque destruyeron; El
arte ha recordado a la gente, porque crearon ".
Ahí radica otra gran entrega de la artesanía a
la humanidad, la dimensión social, la capacidad de
dar alegría y sentido al trabajo, el cual, ocupa
la mayor parte de nuestras horas de vigilia. Sin embargo, el mundo
'desarrollado' se ha transformado de ser una sociedad creadora a una economía de consumo, produciendo industrialmente un millón de cosas que nadie realmente quiere. Meras distracciones de una vida
monótona que carece de imaginación y significado. No habría
mucha necesidad de 'escaparse' o 'vivir el fin de semana' si su vida diaria
estuviera llena de belleza, creatividad y propósito,
si mejorara su comunidad, si trajera placer a sus vecinos.
Estudiante en el American College of the Building Arts |
"El arte
real es la expresión del placer del hombre
haciendo su trabajo", de modo que "Si un hombre tiene un trabajo que
desprecia, que no satisface su deseo natural y legítimo de placer, la mayor parte de su vida la vive infelizmente y sin
autoestima ". Sin embargo, la existencia vacía no
es una inevitabilidad. Hubo un tiempo, no hace mucho, cuando todos compartían el arte, cuando "todo lo que tocaba la mano del hombre era más o menos hermoso", de modo que uno participaba en la creación de cosas hermosas o en el uso de las cosas creadas, aún más a menudo. Haciendo y usando ambos,
para que todos compartan en el arte. "Dar placer a las personas con las
cosas que deben USAR, esa es una gran oficina de decoración; para dar placer a las personas con las cosas que deben HACER, ese
es el otro uso de ellas".
"¿Qué es un artista, sino que un trabajador
que está determinado a que, pase lo que pase, su
trabajo sea excelente?" ¿Nos estamos dando esa
oportunidad? ¿Qué
pasa con nuestros hijos y nietos? ¿O estamos
fomentando un mundo basado en el consumo, la codicia y las ganancias? "¿Cómo Podemos soportar pagar un precio por
una pieza de bienes que ayudará a molestar a un hombre, a
arruinar a otro y a morir de hambre a un tercero? O, todavía más, creo que, ¿cómo podemos soportar el uso, cómo podemos disfrutar de algo que ha sufrido la pena y el dolor de su
creador? ... El mal de la mayor parte de la población, es que está involucrando la mayor parte
de sus vidas en el trabajo, y que en la mayor parte de los casos no les suele
interesar, o les ayuda desarrollar sus mejores facultades, y en el peor de los casos
(y eso es lo más común,
también) es un mero trabajo servil no mitigado,
hecho por pura obligación."
¿Podríamos seguir depositando nuestra esperanza en la industria y la
tecnología para salvarnos de este embrollo
aparentemente intratable? ¿Qué remedio puede haber para los errores de la
tecnología?¿añadiendo
más tecnología? No, la producción modernizada de las necesidades de la vida: la comida, la ropa y el
refugio se han convertido en una injusticia altamente organizada, un instrumento
de opresión que envenena nuestro planeta, despoja
a la belleza de nuestra vida cotidiana y se opone al espíritu humano. La industria ha pasado el punto de la reforma, necesita
ser derrocada ... la humanidad necesita una revolución post-industrial. Aunque no creo que estemos listos, nuestra vida todavía no es lo suficientemente fea. Es casi como si tuviéramos que completar el ciclo completo, el completo colapso ecológico y social de la sociedad. Quizás
enfrentarnos a nuestra propia extinción
sea suficiente para sacudirnos de nuestra complacencia lánguida.
Las Perspectivas del Arte en la Civilización
"No
quiero arte para unos pocos, ni educación
para unos pocos, o libertad para unos pocos".
Incluso si
reconocemos que los costos ecológicos y sociales de la
industria son demasiado pesados para soportar por mucho más tiempo, ¿quién puede pagar la artesanía
aparte de los ricos, como pretexto del lujo? ¿Cómo podemos permitirnos comprar artesanía de
nuevo? Con sencillez. El Sr. Morris nos recuerda: "El arte no nació en el palacio; más bien, se enfermó allí y necesitará algo más que las casas de los
hombres ricos para curarla de nuevo. Para ayudar al arte a ser fuerte, este tiene
que llegar a los lugares más simples”.
¿Qué es
lo que realmente necesitamos para satisfacer nuestras necesidades físicas? Menos de lo que pensamos. ¿Cuánto espacio podemos ocupar, cuántos
metros cuadrados necesitamos, cuántos
hogares, automóviles, computadoras? ¿Barcos, televisiones, suscripciones por cable, ligas de fantasía? Un millón de cosas para distraernos
y desperdiciar nuestra vida cuidandolas. ¿Alguno
de los mencionados lujos mezquinos, pretensions de una exhibición de riqueza llamativa, enriquecen verdaderamente nuestras vidas? Yo
creo que no. Estos productos son mera moda, vanidades que van y vienen en
nuestras vidas ya que pronto nos cansamos de ellos. En nuestros corazones
reconocemos que no tienen valor. Creo que la búsqueda
drogada de querer MÁS nos roba a muchos de
nosotros el tiempo para pensar y sentir, para transmitir la herencia de un
mundo mejor que el que se nos dejó.
Por el contrario, "el arte real es barato, incluso al precio que debe
pagarse por él". Y "La simplicidad de la
vida, incluso la más simple, no es una miseria,
sino el fundamento mismo del refinamiento".
Nuestra naturaleza física es solo un pequeño aspecto de lo que
constituye nuestra humanidad. ¿Qué es lo que realmente necesitamos para satisfacer nuestras otras
necesidades: intelectual, sensual y espiritual? Primero debemos reconocer que
tenemos tales necesidades y también lo
hace nuestro prójimo. Se nos impone una obligación moral de contribuir a una sociedad en la que se puedan satisfacer estas
necesidades. Digo la verdad cuando le digo que realmente no puede disfrutar de
algo sabiendo que su producción fué aplastada y se aprovechó de
otras personas. Tampoco pude realmente atesorar tales cosas haciendo la vista
gorda, en una ignorancia deliberadamente velada, solo sospechando que se hizo con
gran injusticia.
"Si no puedes aprender a amar el arte real, al menos
aprende a odiar el arte falso y a rechazarlo. No solamente porque sea
desgraciadamente tan feo, tan tonto e inútil
, también te pido que ponas algo de tu parte;
porque estos no son más que los símbolos externos del veneno que se encuentra dentro de ellos: mire a
través de ellos y vea todo lo que se ha ido
elaborando, y verá el trabajo en vano, el
dolor y la desgracia que han sufrido sus compañeros
desde el principio, - ¡Y todo esto por las cosas
pequeñas que ningún hombre realmente necesita! Aprende a prescindir; hay virtud en esas
palabras; una fuerza que si se usara correctamente ahogaría tanto la demanda como el suministro de trabajo mecánico ".
Este mensaje es
ciertamente inconveniente y molesto para la industria, nada más que "mera arena y fricción en
las ruedas de la máquina de moler dinero".
Sin embargo, es hora de rechazar su tiranía, reclamar
nuestra humanidad, defender a nuestros prójimos
y aprovechar nuestro derecho colectivo a la felicidad, por "un
arte hecho por la gente para la gente como una alegría para el creador y el usuario ... ¿Cómo podríamos
guardar silencio sobre todo esto? ¿y qué voz podría decirlo,sino es la voz del
mismo arte: y qué audiencia para tal historia
nos satisfaría? Sería la
de todos los hombres y mujeres que viven en la Tierra? Esto es lo que
Arquitectura, el Arte y la Artesanía* * espera ser: tendrá esta vida, o bien será la muerte; ahora vivimos
entre el pasado y el futuro para poder decir si vivirá o morirá ".
* Todas las citas son
de William Morris a menos que se indique lo contrario.
** Texto añadido.
Escrito por Patrick Webb y traducido por
Anna Castilla Vila.
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